10.2.12

UN JOVEN WICHÍ DE FORMOSA ESTUDIA MEDICINA EN CUBA


Primero fue su hermana Tujuailiya. Ahora es él: Kajiantes Gea Zamora quien se inscribe en la historia de la comunidad indígena wichí. Ambos jóvenes aportan un matiz diferente a la realidad de ese pueblo originario, perteneciente a la provincia argentina de Formosa. Nunca antes, representantes de ese lugar prácticamente desconocido, habían llegado a cursar altos estudios en universidades. Para ellos, Cuba abrió sus puertas. La caribeña isla los albergó como otros tantos latinoamericanos que se han convertido en médicos, para prestarle sus servicios a los más humildes y desposeídos.


(Por Dannierys Rodríguez Jiménez y Luis Yaim Martínez Acebal *) Envuelto en los quehaceres prácticos propios de la carrera de Medicina que desde hace cinco años cursa en la Universidad de Ciencias Médicas Serafín Ruiz de Zárate Ruiz de la ciudad de Santa Clara, Kajiantes sigue los pasos de su hermana; la primera indígena wichí graduada de médica en Cuba.

— ¿Qué significa seguir los pasos de Tujuailiya?

— Ella ha representado mucho para nuestro pueblo. Su labor fue inspiración para incorporarme a este proyecto, al cual no fue fácil insertarse pues tuvimos que figurar como ciudadanos de otra provincia para enviar la solicitud de beca a la Casa de Amistad con Cuba (ICAP) en Argentina. Generalmente, en mi país, las personas con mayores recursos económicos acceden fácilmente a este tipo de estudios, mientras los indígenas quedamos al margen de las posibilidades de superación. De ahí la importancia del paso dado por mi hermana en aras de mejorar la calidad de vida en nuestra comunidad. Así habrá un incremento en la esperanza de vida de sus habitantes.

— ¿Cómo describirías la situación actual de la comunidad?

— En Argentina la población indígena representa el 2 %, o sea, de 45 millones de habitantes solo dos millones son indios. Aunque, hay muchos que no se asumen como tal. En total son 100 mil wichís viviendo, perviviendo y resistiendo a todas las adversidades que sufren estos pueblos. Hace poco estuve allá de vacaciones. Me indignó la muerte de cinco niños a causa de enfermedades curables. Esto sucede por el déficit de médicos que existe y las precarias situaciones higiénicos-sanitarias. Además, el hospital más cercano está en Santa Victoria a 450 kilómetros de la aldea, lo que representa nueve horas de viaje. La transportación es a través de mulos, caballos, incluso en bicicletas pues existe una sola ambulancia.

— ¿Cuáles son los planes cuando regrese a su pueblo?

— Pienso una serie de exámenes que avalen mis estudios en Cuba y con ello insertarme en el sistema de salud argentino. Si tuviera dinero sería fácil montar una clínica con todos sus aditamentos, no obstante, buscaré la manera de hacer una buena medicina con pocos recursos. De cualquier manera no hay que corromperse sino buscar alternativas para que mi pueblo tenga acceso a la salud. Una de ellas es aplicar la medicina tradicional indígena como complementaria a la medicina occidental.  


Ubicados al sur de Bolivia y al norte de Argentina, principalmente en las provincias de Formosa y Salta, este grupo étnico es también conocido como “Hond Le les” o hijos de la tierra. La subsistencia se basa en la caza, la pesca y la recolección, por lo que como fuente fundamental de vida tienen la naturaleza, madre de su sociedad, cultura y mitos.

Arraigados a costumbres que hoy día pueden parecer extintas, los habitantes wichís tratan de vivir y resistir al hambre, la pobreza y la desatención de los gobernantes que por años pasaron por alto su existencia.

Reivindicándose a la historia que les dio origen, los hermanos Gea Zamora, protagonizan el hecho inédito en la cultura indígena de contar con sus propios médicos.

(*) Estudiantes de Periodismo cubanos