27.1.12

JORNADA CULTURAL A TRES AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE LUCIANO ARRUGA

El martes 31 de enero se cumplen tres años de la desaparición de Luciano Arruga, un joven que tenía tan sólo 16 años cuando fue secuestrado en 2009 por la policía bonaerense. Con la finalidad de continuar con el reclamo de justicia, sus familiares y amigos convocaron a participar de una jornada cultural y de lucha por los derechos humanos, a realizarse este sábado 28, a partir de las 14:00, en las avenidas Mosconi y San Martín de Lomas del Mirador, partido de La Matanza.


“Con la organización y la lucha hemos logrado el cierre del destacamento donde Luciano fue visto por última vez. Este hecho obliga a reconocer al gobierno y la justicia graves atropellos a los derechos humanos por parte del personal policial de La Matanza. Desde un primer momento, denunciamos que Luciano Arruga fue instigado a participar de una red delictiva dirigida por efectivos de Lomas del Mirador, y tras negarse sufrió detenciones sistemáticas que terminaron en su desaparición el 31/1/09”, expresa el comunicado difundido por los organizadores. 


El texto también pide que los acompañen a la apertura del Espacio para la Memoria Luciano Arruga, que sustituirá al ex Destacamento Preventivo de Lomas del Mirador (Indart 106). “Desde allí seguiremos exigiendo la detención de los 8 policías que trabajaron la noche de la desaparición de Luciano, como también denunciaremos todos los hechos de violencia policial e institucional que suceden a diario en nuestro país”.

“Porque el miedo nunca nos paralizó, seguimos exigiendo aparición con vida de Luciano Arruga así como el juicio y castigo a todos los responsables políticos y materiales de su desaparición”, añade.

Respecto a la jornada cultural, Vanesa Orieta, hermana de Luciano, comentó que la misma comenzará a las 14:00 y, en caso de lluvia torrencial, se pasará para el sábado siguiente. “Vamos a intentar brindar diferentes opciones para que la gente participe, que ponga el cuerpo en lo que quiera: pintando un mural, participando de una charla, pero que participe, se lleve información y pueda debatir y discutir”, explicó en declaraciones a El1 Digital

“La intención es que puedan tener acceso a los lugares que nosotros hemos denunciado, como la cocina donde fue golpeado Luciano, que es una prueba del delito grave que han cometido los policías del ex destacamento, porque era un sitio que no podía tener detenidos”, especificó la joven.

La jornada contempla la realización de charlas que tendrán como ejes los derechos humanos y participarán, entre otros, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Pablo Pimentel, titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH). Además habrá representantes del Comité contra la Tortura, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y los abogados de la familia, que hablarán sobre la situación actual de la causa.

Asimismo, habrá un show de bandas, entre las que estarán Karamelo Santo, Jamaicadero y Acceso Oeste, entre otras agrupaciones.

La desaparición de Luciano

“Voy a la casa de una chica. De la chica más linda del barrio. Voy a la casa de mi hermana”. Eso fue lo último que Luciano, quien por entonces tenía 16 años, le dijo a su madre Mónica Alegre, aquella noche del 31 de enero de 2009. Horas después comenzaría otra historia. De dolor, de impunidad, de injusticia.

Luciano regresaba a su casa, cuando a una cuadra fue detenido por efectivos policiales bonaerenses del destacamento de Lomas del Mirador. Esa no fue la primera vez que le sucedía.

La hermana de Luciano, Vanesa Orieta, recordó que en el momento de su desaparición denunciaron que unos meses antes se le había acercado un policía para proponerle que robara para él.

“Le ofrecía las armas y las garantías que en el caso de que cayera detenido iba a salir. Le dijo que como era menor, así como entraba podía salir. Mi hermano rechazó esta oferta. Y por eso el 22 de septiembre tuvo su primer encuentro con la policía de forma violenta. Lo agraden y lo golpean dentro del destacamento de Lomas del Mirador, lo tienen desde las 9 hasta entrada la noche siendo que tenía 16 años”, recordó.

Tras ese incidente, según aseguró la hermana, a Luciano “lo paraban en la calle sistemáticamente por averiguación de antecedentes cada vez que caminaba por el barrio. Lo llevaban detenido. Lo verdugueaban. Le decían ‘negro villero de acá, negro villero de allá’ y el tormento era tanto a nivel psicológico como físico. Y todo terminó en su desaparición”.

Pero aquel 31 de enero, todo fue más grave para Luciano. De acuerdo a testimonios de testigos y a las pericias que se realizaron, el joven estuvo en el destacamento y en la comisaría octava, ubicada en Tapalqué y Quintana, lugar que en tiempos de la dictadura militar funcionó el centro clandestino de detención conocido como “El Sheraton”.

De acuerdo a las investigaciones, todas las responsabilidades sobre la suerte de Luciano recaen sobre los ocho efectivos policiales quienes, según informan sus familiares, amigos y los abogados querellantes,  “lo detuvieron injustamente, lo golpearon brutalmente hasta quitarle la vida y lo desaparecieron”.

Esos policías, que en un momento habían sido separados de sus cargos, fueron reincorporados y en la actualidad siguen trabajando en distintas comisarías.