Desde hace once años funciona en Burzaco, localidad del sur del Gran Buenos Aires, la Biblioteca para Ciegos. La institución no sólo presta libros a personas no videntes y con problemas visuales, sino que también graba historias en audio, realiza talleres educativos y elabora mapas con relieves y texturas para alumnos de escuelas de Lanús, Alejandro Korn y Monte Grande.
(Por Camila Vazquez y Emmanuel Videla / AUNO) El equipo de voluntarios de la biblioteca para no videntes Norberto di Lorenzo, ubicada en el centro de la ciudad de Burzaco, consiguió erigir en un trabajo de "forma cooperativa" una institución que brinda un servicio único en el Conurbano sur. Se encarga de proporcionar material grabado en cassettes y CD para las personas con deficiencias visuales y no videntes. También se les graba cuentos a los más chicos que están en el colegio, apuntes de estudio para la facultad a los jóvenes y novelas, por lo general, a los más grandes que tienen más tiempo para la lectura.
El éxito de la biblioteca se refleja en la cantidad de voluntarios, que tienen dividido el trabajo cooperativamente. Hay quienes se encargan de hacer trámites administrativos, de llevar a los no videntes de la biblioteca a su casa, de grabar textos en las cabinas propias de la asociación y en sus domicilios, y de brindar talleres y cursos.
La directora, Analía Balbín, reveló que las distancias no son un obstáculo, porque cuentan con un correo gratuito para llegar a todos los usuarios. Así, rememoró que preparó un paquete con libros grabados para una señora de Banfield y también que registraron en audio, textos y apuntes para una chica de Tucumán, que estudiaba profesorado en lengua y literatura.
Para ella, es "gratificante ver que la gente utiliza el servicio y que (también) sirve a otros", y en este sentido consideró que si el proyecto llega a muchos, "el trabajo que uno hace tiene sentido".
Las propuestas de aprendizaje que apuntan a las necesidades más urgentes de los usuarios son: sistema de lectura Braille, computación para ciegos con un programa especial -Jaws-, que se encarga de leer los textos en red, y orientación y movilidad para el uso del bastón blanco para aquellos que perdieron la vista hace poco tiempo.
Dentro de los organismos públicos que cooperan con la biblioteca se encuentran: la Escuela Especial 506 de Lanús, la escuela para ciegos de Monte Grande y la de Alejandro Korn, donde hay estudiantes con discapacidades motoras, mentales y con problemas de audición y visión.
Se colabora con ellas grabando material que piden las maestras para los chicos que están integrados, mapas con relieves y texturas que se mandan a hacer para prestarlos e incluso invitándose mutuamente a charlas que se realizan con profesionales.
Fuente: Agencia AUNO