8.7.10

DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA CASA DE LA MEMORIA Y LA VIDA

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, el periodista Horacio Verbitsky, el dramaturgo Tito Cossa, el actor Arturo Bonín y el cineasta David Blaustein serán los próximos panelistas que participarán en las charlas que se desarrollan del martes 13 al jueves 15 de julio en el marco del 10º aniversario de la Casa de la Memoria y la Vida, ubicada en Santa María de Oro 3530, Castelar, en el oeste del conurbano bonaerense. En el mismo lugar se exhibe hasta fin de mes la muestra “Arte por la Memoria y la Vida”.


La charla de Estela de Carlotto se realizará el martes 13 a las 19:00, y será acompañada por el actor Juan Palomino, a cargo de las lecturas, en tanto que habrá un cierre musical con Palo Pandolfo.

El miércoles 14 a las 19:00 será el turno de Horacio Verbitsky, escritor, periodista y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), con la actriz Mirta Busnelli en las lecturas y el cierre musical de Liliana Vitale.

La charla con el dramaturgo Tito Cossa, el actor y representante de Teatro por la Identidad Arturo Bonín y el cineasta David Blaustein está previste para el jueves 15 a las 19:00.

Además, hasta fin de julio se exhibe la muestra “Arte por la Memoria y la Vida” con obras del grupo Artistas Plásticos Solidarios: Diana Dowek, León Ferrari, Ricardo Longhini, Ana Maldonado, Adolfo Nigro, Luis Felipe Noé, Juan Carlos Romero. Y otras pertenecientes a Alberto Balieti, Víctor Davobe, Bernardo Di Vruno, Helios Gagliardi, Rita Kafetzis, José Luis Macchione, Renée Pietrantonio, Antonio Pujía y Nydia Sroulevich.

La Casa de la Memoria y la Vida fue creada por el entonces intendente de Morón Martín Sabbatella el 1 de julio de 2000 con el propósito de contribuir en la búsqueda de la verdad y la justicia, promover la memoria colectiva sobre la historia reciente y generar un espacio de participación y diálogo en torno a los derechos humanos.

El lugar es considerado hoy un sitio de memoria donde el Estado municipal asumió la responsabilidad indelegable en la reconstrucción histórica, la búsqueda de justicia y la elaboración de propuestas participativas en torno a la reflexión sobre nuestro pasado, nuestro presente y sobre el futuro. Los sitios de memoria, con diferentes usos y significados con relación a los hechos en ellos ocurridos, constituyen valiosos testimonios de la historia de nuestro país.

La “Mansión Seré” fue uno de los aproximadamente 340 centros clandestinos de detención donde, durante la dictadura militar, las fuerzas armadas ejecutaron una política sistemática de secuestro y desaparición de un número aún hoy indeterminado de personas.
Funcionó entre finales de diciembre de 1976 y abril de 1978, en una antigua casona situada en Blas Parera 48 (en el límite entre Ituzaingó y Castelar, municipio de Morón, Provincia de Buenos Aires) cedida en comodato por el entonces intendente de facto de Buenos Aires, brigadier Osvaldo Cacciatore, a la VII Brigada Aérea de Morón.

Los testimonios de los sobrevivientes permiten establecer la identidad de alrededor de medio centenar de personas que fueron detenidas allí ilegalmente, pero el carácter fragmentario de la información permite suponer que fueron muchas más.

La casa fue abandonada y dinamitada tras la fuga de cuatro detenidos la noche del 24 de marzo de 1978. Las fachadas exteriores se mantuvieron en pie hasta 1985, cuando el intendente electo de Morón, Norberto García Silva, ordenó su demolición completa.

Desde entonces y hasta el año 2000 el terreno se utilizó como cancha de fútbol dentro del parque municipal “Gorki Grana”, emplazado en la antigua quinta de los Seré.
Ese año, mediante un acuerdo entre el intendente Martín Sabbatella, la Asociación Seré por la Memoria y la Vida y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, se crearon dos espacios dentro del parque.

Al lado del terreno antes ocupado por el centro clandestino, se inauguró la Casa de la Memoria y de la Vida, sede de la dirección de Derechos Humanos del municipio y de la Asociación Seré por la Memoria y la Vida; y se habilitó la recuperación arqueológica de los restos de la mansión, con el objetivo de crear allí, un Centro Interpretativo sobre el terrorismo de Estado que vincule a la comunidad circundante con la lucha por la memoria.