La publicación recuerda la decisión tomada por la CTA hace diez años de organizar una Marcha Grande por el Trabajo para que no haya ningún hogar pobre en la Argentina, que se concretó entre el 26 de julio y el 9 de agosto de 2000.
En aquel hito histórico, trescientos militantes de la CTA caminaron “por los pueblos” desde Rosario a Buenos Aires con un objetivo: instalar en la agenda pública la necesidad de discutir la distribución de la riqueza. Y con una meta: conseguir un millón de firmas que avalen un Seguro de Desempleo y Formación.
“300 salieron de Rosario, 15 mil llegaron a las puertas del Congreso Nacional escribiendo a pata y pulmón una página trascendente en la historia de la CTA y del movimiento obrero argentino”, recuerda la agencia ACTA.
En su libro, Del Frade revive aquellas dos semanas de marcha ilusionada sumando en coro las voces de los caminantes a un sentido relato, nutrido de historia y de épica, en un tiempo que conceptos como “Asignación Universal por Hijo”, “Plan Jefes y Jefas de familia” o “Seguro para la vejez” nacían como una reivindicación a conseguir.
“La Marcha Grande, el río místico de la historia social argentina, no solamente fue uno de los hitos más notables de la crónica política de los últimos veinte años, sino también una clara señal de los puentes que existen entre las viejas peleas y las nuevas necesidades. Un ejemplo palpitante de que la memoria y la resistencia siempre están cargadas de futuro”, sostiene el autor en el prólogo.
Carlos del Frade nació en Rosario el 5 de febrero de 1963. Es además autor de numerosos libros de investigación periodística. También es conferencista y docente sobre historia regional y nacional.
En su labor como periodista fue premiado en 2007 con el “Martín Fierro” al mejor programa unitario de radio del interior del país; el “Regino Maders” 2010 “a la honestidad y militancia” en su labor periodística; el “Arturo Jauretche” 2005 por su “labor periodística” en “reconocimiento a su consecuencia con el pensamiento nacional”; y el reconocimiento como “Mensajero de la Paz” 2005, otorgado por el Llamamiento de los Cien para Seguir Viviendo.
