20.2.11

EL DESMONTE EN EL CHACO ARGENTINO POTENCIA LA DESERTIFICACIÓN

Desde 1975 se estudia el impacto que generó la deforestación en el departamento Moreno, provincia de Santiago del Estero y zonas vecinas. La transformación en desierto de tierras fértiles tiene su causa en diversos factores, entre ellos, el incremento de la demanda de alimentos que devino en la explotación de cada vez más extensiones de tierra para la agricultura. Investigadores aseguran el empleo de topadoras para la tala del bosque provocó daños irremediables en el suelo.

A partir de la década del ‘70, en el Chaco seco argentino se vivió una situación de sobreexplotación del bosque, como consecuencia de la práctica indiscriminada de desmonte y de la tala rasa con topadoras, que produjeron alteraciones irreversibles en el suelo. Es por esto que, desde 1975, investigadores analizan el impacto de la transformación en desierto de amplias extensiones de tierras fértiles.

Los investigadores llevan a cabo observaciones de campo, a partir del empleo de fotografías tomadas “in situ” para documentar las diferentes degradaciones que sufre el ecosistema. Los efectos de la degradación tienen su causa en la acción humana no conservacionista y se acrecientan por el riesgo climático de desertificación.

“El creciente aumento de la población y la necesidad de satisfacer sus demandas afectaron de manera irremediable el ecosistema natural. En este contexto, uno de los principales desafíos es satisfacer el pedido de alimentos, situación que activa la deforestación con el incremento de áreas destinadas a la agricultura”, explica a InfoUniversidades Pedro Boletta, docente de la Facultad de Ciencias forestales de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), quien es el responsable del proyecto.


Las observaciones se iniciaron a fines del mes de octubre del año 1975 y continuaron periódicamente hasta la actualidad. A partir de esa fecha se realizaron en forma anual en el período comprendido entre fines de octubre y la primera semana del mes de noviembre. En 1999, se realizaron dos observaciones: una en la primera semana del mes de septiembre, para poder documentar las áreas sometidas al fuego, y otra en la última semana del mes de octubre, para registrar el comportamiento de las superficies que habían sufrido el efecto del fuego frente a las precipitaciones.

El área estudiada está incluida en la región neotropical, conformada por varias provincias: casi la totalidad de Santiago del Estero, este de Salta y este de Tucumán, y llega, en su límite inferior, hasta La Rioja y Catamarca. El estudio se realiza en una porción de este gran distrito fitogeográfico, circunscripto a la superficie ocupada por el departamento Moreno, en la provincia de Santiago del Estero. Se consideran, además, localidades vecinas de los departamentos colindantes y algunas limítrofes de las provincias del Chaco, Santa Fe y Tucumán. Esta área tiene un clima subhúmedo seco y semiárido que se caracteriza por tener un fuerte déficit hídrico debido a las escasas o nulas precipitaciones y una fuerte demanda hídrica de la atmósfera por las altas temperaturas, que agrava aún más la situación ambiental.

Boletta señaló que “en este tipo de climas la eliminación de la cobertura vegetal con topadoras que perturban la estructura del suelo es uno de los principales factores que activan la desertificación. En general, hasta hace poco tiempo, el laboreo del suelo desmontado para cultivos anuales se realizaba mediante el uso de maquinaria y tecnología empleadas en la Pampa húmeda, lo que provocaba la remoción del suelo, alterando su estructura y quedando expuesto a los fuertes vientos, calientes y desecantes de fines de invierno y comienzos de primavera. Esta situación provocaba la erosión eólica en las ‘tormentas de tierra’”.

Por otra parte, entre los factores que favorecen el fenómeno de la desertificación, el investigador señaló que, en los últimos tiempos, comenzó a incrementarse la siembra directa que aunque atenúa el daño, sigue siendo dañina.