16.4.11

LAS PELOTAS TOCARÁ GRATIS EN EL FESTIVAL LA MINGA

Las Pelotas, banda liderada por Germán Daffunchio,  tocará en la nueva edición de La Minga, el festival de arte joven y cultura solidaria más importante de la provincia de Buenos Aires. La jornada, con entrada libre y gratuita, será este domingo 17 desde las 15:00 en el Polideportivo Municipal Gorki Grana, Santa María de Oro 3530, Castelar.

El festival contará con los recitales de Miss Bolivia y Buñuelos. Además tocarán Gárgaras, Bloodparade y El Fondo no Fisura, bandas seleccionadas de Morón Rock 2010 que también presentarán su CD producido por el Municipio de Morón. También habrá un espectáculo circense de Entre el cielo y la tierra.

Durante todo el día habrá una feria artesanal, radio abierta, espectáculos de improvisación, talleres de artes plásticas y de percusión chaguoró y proyecciones.

Las Pelotas está integrada actualmente por Daffunchio en guitarra y voz; Gabriela Martínez (bajo y voz); Gustavo Jove (batería); Tomas Sussmann (guitarra); Sebastián Schachtel (teclados) y Alejandro Gómez (trompeta).

Las Pelotas es uno de los dos grupos de rock surgidos en 1988 tras la muerte de Luca Prodan, líder de la banda Sumo. La otra agrupación formada es Divididos, alias "La aplanadora del Rock" compuesta por Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Gustavo Collado.

La Minga es un festival artístico de carácter solidario, un lugar de encuentro de una multitud de jóvenes de la zona. En cada edición se ofrecen conciertos, espectáculos infantiles, teatro, títeres, acrobacia, murgas y clown. Además, se llevan a cabo charlas, talleres, una feria artesanal, otra de microemprendimientos y producciones independientes, exposiciones de artes visuales y stands de instituciones del partido.

Ya pasaron, por sus casi 40 ediciones, Vicentico, Árbol, La Mancha de Rolando, Karamelo Santo, Palo Pandolfo, Mimi Maura, Willy Crook, Fidel Nadal, No te va a Gustar, Dancing Mood, La Zurda, Carajo, La Bomba de Tiempo, entre otras.

“Minga” es una palabra quechua que describe la manera en que los habitantes de las comunidades andinas colaboraban a favor de los más necesitados, en tareas específicas como la cosecha, la siembra o la construcción de una vivienda. Esta costumbre se sigue manteniendo en la actualidad y la jornada termina con una fiesta organizada por el dueño de casa como agradecimiento.