21.10.11

MUESTRA FOTOGRÁFICA Y DOCUMENTAL “CLARA ANAHÍ MARIANI, 35 AÑOS BUSCÁNDOLA”

Convocada por la Regional Campana de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), la Asociación Anahí expone hasta el próximo viernes 28 de octubre la Muestra Fotográfica y Documental "Clara Anahí Mariani 35 años buscándola", en la sede universitaria ubicada en Vicente López y Bertolin, Campana.

La exposición auspiciada por la Municipalidad de Campana a través de sus Secretarias de Desarrollo Humano y Cultura y el Centro de Estudiantes de Trabajo Social, narra a través de imágenes y documentos la búsqueda incansable de su nieta iniciada por Maria Isabel “Chicha” Chorolik de Mariani hace 35 años.

"Esta Muestra tiene el sentido de contribuir a mostrar la trayectoria familiar, los hechos, la búsqueda y a la visibilizarían y sensibilización para que el miedo y silencio de tantos años ante estos hechos se conviertan en acciones que logren la restitución de la identidad de centenares de niños, hoy adultos jóvenes que fueron secuestrados durante la dictadura y que aún resta encontrar, pese a la enorme lucha de los organismos defensores de los Derechos Humanos", explica un informe de la UNLu.


Clara Anahí Mariani, hija de Daniel Mariani (asesinado el 1/8/1977) y de Diana Esmeralda Teruggi de Mariani (asesinada el 24/11/1976), tenía 3 meses cuando el 24 de noviembre de 1976 fue secuestrada de su hogar en la calle 30 entre 55 y 56 de La Plata por personal policial y militar. Desde entonces su abuela “Chicha” comenzó una incesante búsqueda y una lucha tenaz por recuperarla.

En su periplo, “Chicha” preguntó por su nieta en el barrio de su casa, en el regimiento que intervino en el ataque, en las comisarías que actuaron. Consultó a obispos, a sacerdotes, a la justicia, a los juzgados de menores. Pero en ninguno de los casos obtuvo respuesta alguna.

Chicha no sólo buscó a su nieta, también trabajó afanosamente para encontrar y restituir a sus verdaderas familias a muchos niños robados por la última dictadura cívico-militar genocida.

El camino emprendido la llevó, en 1977, a fundar Abuelas de Plaza de Mayo, junto con Alicia Zubaznabar de De La Cuadra (Licha), entidad que presidió hasta 1989. Y en 1996 creó la Asociación Anahi para promover, sostener y defender la plena vigencia de los Derechos Humanos.

Una de las presunciones de “Chicha” es que Clara Anahí sea Marcela Noble, la hija adoptiva de la propietaria del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. En diciembre de 2009 presentó ante el juez federal de La Plata Arnaldo Corazza un pedido para que sea sometida a un estudio de ADN, porceso que finalmente se está realizando por instrucción de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.

En una carta pública que hace un año le dirigió a Ernestina Herrera de Noble, “Chicha” plantea en uno de su párrafos: “Tengo 86 años y no quiero morirme sin reencontrarme con mi nieta, y creo que es posible que Marcela y Clara Anahí sean la misma persona. Pero también soy conciente de que tal vez Marcela no sea mi nieta, y que sea la nieta de alguna de las mujeres que me acompañaron desde noviembre de 1977, cuando fundé Abuelas de Plaza de Mayo. En cualquiera de los dos casos, cuando se conozca la verdad, sentiré la satisfacción de que se haya recuperado la identidad y la historia de una joven que aún hoy sigue siendo víctima del daño producido por quienes perpetraron el Plan Sistemático de Robo de Bebés”.

También le recordó a la empresaria que “usted misma admitió en un editorial publicado en Clarín el 12 de enero de 2003 que Marcela y Felipe posiblemente sean hijos de desaparecidos. En esa oportunidad usted escribió: 'Me encuentro frente a dos realidades muy diferentes. Primero, el deseo legítimo de las Abuelas de saber si mis hijos fueron arrebatados a detenidos-desaparecidos. Segundo, los abusos del juez  Marquevich. Muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hayan sido víctimas de la represión ilegal'”.

Incansable, “Chicha” sigue su camino de búsqueda de Verdad y Justicia. Ahora, dando su testimonio en el juicio por los crímenes del “circuito Camps”, que tiene entre sus acusados al represor Miguel Etchecolatz.

“Yo esperé 35 años este momento, creo que si hubiera sabido que después de 35 años, a los 87, iba a estar declarando todavía por mi nieta, me hubiera muerto, no lo hubiese soportado. Ha sido muy cruel todos estos años no saber, que me llenaran de mentiras. De manera que espero que de acá salga algo de verdad porque ya están circulando más mentiras, así que espero la labor del juzgado”, planteó en su declaración.