24.11.11

UNA BIBLIOTECA INFANTIL EN LENGUA DE SEÑAS ARGENTINA EN LA WEB

La Asociación Civil Canales inauguró una biblioteca infantil y gratuita en Lenguaje de Señas Argentina (LSA) que está instalada en Internet. La misma ya contiene quince videolibros con acceso libre, que están dirigido especialmente a niños y niñas sordos con el objetivo de romper las barreras que les impiden el acceso a la literatura.

Cada uno de los videolibros (VL), a los que se puede acceder en la dirección web www.videolibroslsa.org.ar, está presentado en una situación ficcionada, en donde una persona sorda lee en la lengua natural de la comunidad sorda de nuestro país, la LSA, el texto de los libros. Además, cuentan con voz en off para que lectores sordos y oyentes compartan historias, palabras y miradas.

La página tiene además secciones como Curiosidades, en la que se propone a los niños actividades o preguntas para hacer luego de la lectura, y Recomendaciones, en la que se ofrece a los padres y maestros estrategias de lectura, formas de ampliar la información, de conversar sobre los libros y de compartir experiencias.

¿A quién le toca el durazno? (Ah-Hae Yoon y Hye-Won Yang), ¿Adónde va el príncipe? (Graciela Repún y Florencia Esses), Cómo Berta conoció a su gato (Ema Wolf), Detrás de él estaba su nariz (Istvansch), El comelibros (Agustín Comotto), Federica aburrida (Istvansch), Federico (Leo Arias), Fiesta de disfraces (Inés Trigub), Gastón ratón y Gastoncito en un pozo muy oscuro (Nora Hile), Julieta y su caja de colores (Carlos Pellicer López), La decisión de Teodoro (Irene Singer), Las pulgas no andan por las ramas (Gustavo Roldán), Noticias de un mono (Silvia Schujer), Regalo sorpresa (Isol) y Tener un patito es útil (Isol) son los textos que ya se encuentran en el portal

Canales es una Asociación Civil sin fines de Lucro conformada por personas sordas y oyentes que trabajan para que los niños sordos accedan a una educación de calidad.

“A lo largo del proyecto, cuando lo íbamos mostrando, nos decían: pero ¿cómo? si los destinatarios del proyecto son los sordos, ¿porqué les ponen voz en off? Cuando pensamos VL pensamos que los destinatarios eran los sordos pero también que leer es una instancia de leer con otros. Y los otros, para el 95% de los niños sordos, son sus padres y sus familias que son oyentes. Por eso decidimos que los VL tendrían voz en off para que también sea una lectura compartida de los chicos con sus amigos del barrio y con sus compañeros de la escuela”, explica Silvia Zgryzek, coordinadora del proyecto.

La lengua, la cultura sorda y la lectura

La mayor parte de las personas sordas no tiene experiencias de lectura ya que la LSA es desconocida por las personas oyentes de sus entornos (familiares y maestros). En cambio, si las niñas y niños sordos acceden a la lectura en LSA de la mano de adultos sordos/as o de otros niños/as sordos, tendrán mejores oportunidades de ser lectores y mayor acceso a la información.

Zgryzek remarca que VL "no es un proyecto que se propone enseñar a leer y escribir. No es un proyecto que se propone alfabetizar. Nosotros queremos que los videolibros estén en las escuelas pero el objetivo de su incorporación no es enseñar a leer. Es darles la oportunidad a los chicos y chicas sordos de acceder a la literatura, y acceder a la literatura es acceder a los libros, sus historias, identificarse con sus personajes. En los libros se abre la puerta al mundo de la imaginación, a la creatividad”.

Cuando un niño no adquiere una lengua que le resulta natural, ve seriamente comprometidas sus posibilidades de expresarse, de comunicarse, de comprender el mundo que lo rodea. Es así que los sordos conforman en general una población en riesgo: porque están excluidos del acceso a la información por cuestiones idiomáticas.

La Lengua de Señas Argentina es una lengua visual y por eso constituye la lengua natural de la comunidad sorda. Se trata de un idioma diferente del español, con un vocabulario y gramática propios, transmisor de una cultura y una forma de ver el mundo.

La LSA es una lengua ágrafa (es decir que no posee escritura) y es por ello que para las personas sordas leer implica aprender también otro idioma, en nuestro país el español escrito.