22.5.11

DÍA INTERNACIONAL DE LA BIODIVERSIDAD

2011 es el año de los bosques y, por ello, Naciones Unidas ha decidido que éste 22 de mayo, Día Internacional de la Diversidad Biológica, es una buena oportunidad para que la sociedad aumente su conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas y hacer que crezcan las acciones para su protección y recuperación. El tema de este año será Biodiversidad y Florestas.

El Día Internacional de la Diversidad Biológica fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 2000 para conmemorar la fecha en la que había sido aprobado el Convenio sobre la Diversidad Biológica -el 22 de mayo de 1992- durante la denominada “La Cumbre de la Tierra”, celebrada por esa organización mundial en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, recuerda un informe del portal Ecoticias.

Los tres objetivos del Convenio, que entró en vigor el 29 de diciembre de 1993, son la conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos. En él, la biodiversidad se define como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres, marinos, otros ecosistemas acuáticos y los complejos procesos ecológicos de los que forman parte.

Entre la amplia gama de organismos vivos que constituyen la biodiversidad se encuentra el ser humano, ser vivo que se relaciona de muy diferentes formas con las demás especies y ecosistemas y cuya vida depende profundamente de ellos. Pese a ello, el ser humano ha adoptado a lo largo de su evolución determinadas prácticas inadecuadas que, apoyadas en la idea de “desarrollo”, han afectado y afectan seriamente a la biodiversidad, causando la desaparición no sólo de especies valiosas sino también de ecosistemas enteros.

Algunos de los principales factores que pueden ocasionar la pérdida o disminución de biodiversidad a escala local, regional, nacional o mundial son los siguientes:

- Pérdida y fragmentación del hábitat: Muchos ecosistemas naturales se han fragmentado en pequeños trozos, perdiendo gran parte de su diversidad biológica e integridad biológica.

- Explotación excesiva: El crecimiento rápido de la población y el perfeccionamiento de la tecnología de los aprovechamientos llevaron a la explotación excesiva y la utilización no sostenible de especies vegetales y animales, a veces hasta el punto de su extinción.

- Contaminación del suelo, el agua y la atmósfera: Los contaminantes degradan y destruyen los hábitats en diferentes grados, con la subsiguiente reducción e incluso eliminación de especies.

- Especies introducidas: Una nueva especie, que no ha evolucionado conjuntamente con los otros elementos del ecosistema que la recibe, puede amenazar a las especies indígenas.

- Cambio climático global: La teoría tan discutida sobre un posible aumento de la temperatura global de 1 a 3 ° C durante el próximo siglo, con la correspondiente elevación del nivel del mar desplazaría el ámbito óptimo de distribución de las especies terrestres en dirección a los polos, y de altitud en las montañas. Esto significa que la diversidad genética de muchas especies puede no soportar estos rápidos cambios del medio ambiente y llegarán a extinguirse.

- Agricultura y silvicultura industrial: Las nuevas variedades de plantas y animales desarrolladas mediante los programas modernos de mejora genética están sustituyendo a las denominadas variedades de campo o razas indígenas. A menos que se incluyan en tales programas consideraciones de conservación genética, se producirá la pérdida subsiguiente de genes adaptados y combinaciones de genes. Además, tales nuevas variedades, que se seleccionan con unas características deseables, suelen presentar una diversidad genética escasa y una base genética limitada que las hace fácilmente susceptibles a enfermedades y plagas, creciendo así la importancia de unas medidas de conservación adecuadas, adoptadas paralelamente con la mejora genética y utilización de variedades mejoradas.

Hechos y cifras
- Los bosques tropicales, templados y boreales son el hogar de la gran mayoría de las especies terrestres del mundo.

- Alrededor del 80% de las personas en los países en desarrollo dependen de las medicinas tradicionales, hasta la mitad de estas sustancias medicinales vienen de las plantas que se encuentran principalmente en los bosques tropicales.

- Dos tercios de las principales ciudades de los países en desarrollo dependen de los bosques de los alrededores para su abastecimiento de agua potable.

- En los últimos 8000 años alrededor del 45% de los bosques originales de la Tierra ha desaparecido, la mayoría de los cuales fue absuelto en el siglo pasado.

- Aproximadamente 13 millones de hectáreas de bosques del mundo se pierden cada año a la deforestación.

- Hasta 100 especies animales y vegetales por día se cree que desaparecen junto con los hábitats de los bosques tropicales.

- Las emisiones resultantes de la deforestación puede contribuir aproximadamente el 20% de las emisiones globales anuales de gases de invernadero.

- Los bosques naturales se encuentran entre las mejores tiendas de carbono.

- Más de tres cuartas partes del agua dulce accesible del mundo proviene de las cuencas hidrográficas boscosas.

- Más de seis millones de hectáreas de bosques tropicales primarios, que son especialmente ricas en biodiversidad, se pierden cada año.

El año pasado, los gobiernos convinieron en un nuevo plan estratégico para la diversidad biológica en la Cumbre sobre la diversidad biológica de Nagoya, celebrada en Aichi (Japón), dice un informe del portal ConcienciaEco.

Para alcanzar las metas establecidas en Aichi se requiere una considerable reducción del ritmo de pérdida, degradación y fragmentación de todos los hábitats naturales, incluidos los bosques, para 2020.

Uno de los instrumentos importantes convenidos en Japón es el Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización.

Los bosques abrigan una inmensa diversidad biológica, apenas catalogada. La pronta ratificación y aplicación de ese Protocolo puede apoyar la protección de los bosques y el uso sostenible de la diversidad biológica, lo que a su vez puede contribuir a la mitigación de la pobreza y al desarrollo nacional sostenible.

El próximo año, los gobiernos volverán a reunirse en Río para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20).