16.6.10

LA UNLP FABRICÓ PURIFICADORES DE AGUA CONTAMINADA PARA ESCUELAS BONAERENSES

La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) fabricó tres equipos purificadores de agua contaminada con arsénico para instalarlos en escuelas rurales de General Viamonte, Carlos Casares y Villarino. El purificador diseñado, desarrollado y elaborado por un equipo de investigadores de esa casa de estudios, ya funciona en un establecimiento educativo de Punta Indio y según las autoridades escolares se obtuvieron “excelentes resultados prácticos y útiles, inclusive para la enseñanza de nuestros alumnos”.


Luego de varios meses de tareas en laboratorio, quedaron terminados y listos para su puesta en funcionamiento tres equipos purificadores de agua con capacidad para eliminar los altos contenidos de arsénico, mineral nocivo que puede causar graves problemas de salud, como tumores en la piel o el hígado.

A partir de esta experiencia, se logra abastecer a alrededor de 500 alumnos por escuela ya que con una sola práctica por día pueden producirse 10 litros por persona. De esta manera, se obtiene agua pura para que los estudiantes, docentes y auxiliares puedan beber, regar plantas y llevarse a su casa para consumo familiar.

“Estos equipos funcionan como una batidora. Consiste en un tanque de 5.000 litros en el que se coloca agua contaminada con arsénico, arcilla y un agitador. Para hacer arrancar el agitador se necesita un motor eléctrico que lo hace girar. Una vez terminado el proceso, el agua sale con menos de 10 pbb (partes por billón) de arsénico, que es el nivel que plantea como satisfactorio la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero que en la mayoría de los lugares con este problema de contaminación supera las 800 ppb. El gasto de energía eléctrica para hacer funcionar el agitador es mínimo. Cada litro de agua cuesta 1 centavo de electricidad. A su vez, el geomaterial arcilloso es natural y al no tener agregados químicos resulta muy económico porque se usa sólo un 10 por ciento de arcilla respecto del volumen total del agua requerida y puede reutilizarse hasta 50 veces”, contó Schalamuk director del INREMI.

Si el proceso se repite dos veces por día se le puede dar también al resto de la comunidad, dijeron los profesionales que trabajan en el proyecto. Si es necesaria una cantidad mayor de agua potable se amplía el módulo purificador, sin mayores gastos. Es un mecanismo sencillo, de bajo costo y fácil de usar: en cuatro horas, purifica hasta 5.000 litros.

Los investigadores trabajan en este proyecto desde 2005 y después de varios ensayos comprobaron que al finalizar el proceso, el agua era apta para su consumo. Después de instalar el primer equipo en una escuela agraria del partido de Punta Indio, se terminó de comprobar que este hallazgo, además de frenar el envenenamiento progresivo, es muy simple de usar. No obstante, los científicos capacitan al personal responsable de la escuela y realizarán un control cada 15 días.

Schalamuk explicó que comenzaron a involucrase con esta problemática cuando los habitantes de distintas colonias agrarias se comunicaron con el INREMI y transmitieron sus inquietudes por manifestaciones en la salud. “A partir de ahí empezamos a investigar y a realizar pruebas con el apoyo de la UNLP y de una empresa que, además de proveer de la materia prima para absorber el arsénico, se hizo cargo de la construcción y el traslado del prototipo hasta la zona de experimentación”.

Por su parte, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) concedió un subsidio para estas cuatro escuelas. Y se encuentran en una instancia avanzada de un proyecto de la dirección general de Escuelas para armar 50 módulos que van a instalarse en distintas escuelas del interior de la provincia de Buenos Aires.

La estructura de estos módulos está cerrada en forma hermética por tejidos y sólo puede acceder la persona que fue designada y capacitada por los científicos. “Es una medida de seguridad por los niños, ya que hay electricidad” explicó a InfoUniversidades el director del INREMI.

Los tres equipos nuevos ya están íntegramente terminados, sólo falta el traslado a las escuelas y el armado final.

El método fue desarrollado por un equipo integrado por 15 científicos, entre ellos Irma Lía Botto, directora del proyecto y subdirectora del Cequinor (Centro de Química Inorgánica), Horacio Thomas, director del CINDECA (Centro de Investigación y Desarrollo de Ciencias Aplicadas) y Luis Traversa, del LEMIT (Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica), además de investigadores de la Planta Piloto Multipropósito (PlaPiMu).

Este proyecto fue declarado de interés provincial por el Honorable Senado de la Provincia de Buenos Aires, de interés legislativo por la Cámara de Diputados de la Provincia y la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Agua contaminada con arsénico

La contaminación del agua con arsénico es un fenómeno que ocurre de manera natural y acarrea un gran riesgo para la salud. Millones de personas en el mundo consumen sin saberlo niveles nocivos de este elemento químico. Su consumo prolongado es peligroso para la salud. En poblaciones que ingieren agua potable contaminada por este elemento se han observado patologías de la piel, pulmonares, neurológicas o vasculares, además de varios tipos de cáncer. La contaminación acuática por arsénico afecta a 137 millones de personas en más de 70 países.

El problema afecta en especial a las regiones más pobres del planeta, donde cientos de miles de personas pueden morir víctimas de cánceres de pulmón, vejiga y piel causados por el arsénico. Este tóxico, presente en la naturaleza en rocas sedimentarias y volcánicas, se incorpora en la cadena alimenticia a través de plantas y animales, lo que amplía su efecto nocivo.