23.3.11

LAS CIENTÍFICAS AÚN TIENEN BARRERAS QUE SORTEAR EN SU PROFESIÓN

Las dificultades que encuentran las científicas, ingenieras y tecnólogas en su desarrollo profesional es el tema abordado en el ciclo de charlas-debates Mujeres en Ciencia que organiza la Universidad Nacional del Litoral (UNL). También se discute los desafíos que persisten para lograr condiciones igualitarias.

“Una investigación realizada en escuelas primarias de Francia, da cuenta que para el alumnado un científico es un hombre de tez blanca, de edad mediana, calvo o de pelo gris, que viste una bata de laboratorio y usa lentes. Esta es la concepción de científico que se hace presente cuando se les pregunta cómo es una persona que hace ciencia”, sostuvo Silvia Wolansky, secretaria académica e investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL.

Wolansky fue la primera disertante del ciclo de charlas-debates denominado Mujeres en Ciencia con la conferencia “Barreras en el acceso y el desarrollo profesional de las mujeres en carreras técnico-científicas”.

“Esta investigación clarifica los estereotipos que están instalados en la sociedad. El hecho de no percibir que una persona dedicada a la ciencia puede ser una mujer moderna, quien vive su vida mientras desarrolla una carrera de científica-investigadora, juega como barrera para sumar a las mujeres a carreras científico-tecnológicas”, aseguró Wolansky de acuerdo a un informe difundido en el portal de la UNL.

Según la investigadora, “al estar tan instaladas esas pautas culturales, esa visión sobre el quehacer científico, resulta muy difícil que pueda mejorar el acceso de las niñas de esa escuela en particular, pero de la sociedad en general a este tipo de carreras”.

La UNL, a través de las Secretarías de Ciencia y Técnica y de Extensión, organiza este ciclo de charlas con el objetivo de que la comunidad científica en particular y la sociedad santafesina en general conozcan sobre la problemática de género en el sistema científico-tecnológico argentino.

Estereotipos y prejuicios

“En la sociedad circulan una serie de prejuicios, como por ejemplo ‘las mujeres son responsables del cuidado del hogar y de los hijos’ o ‘las mujeres no pueden combinar el trabajo con la vida privada y de ser posible, su productividad se ve afectada por este hecho’ o ‘las mujeres son demasiado emotivas para la política’, que son necesarios comenzar a derribar, a desnaturalizar”, enfatizó Wolansky.

“Para ello, es imprescindible comprender que las relaciones de género son relaciones de poder jerárquicas entre las mujeres y los hombres y tienden a ubicar a la mujer en desventaja. Si bien estas jerarquías son aceptadas como naturales, constituyen relaciones socialmente determinadas, las cuales se fueron construyendo en el transcurso del tiempo”, prosiguió Wolansky.

Igualdad en el acceso

“Hace solamente 100 años que la mujer pudo acceder a la Universidad; en los albores del siglo XXI el desafío es lograr una igualdad en el acceso a la educación, a la capacitación y a la ciencia y a la tecnología”, indicó Wolansky.

En este punto la expositora hizo hincapié en la necesidad de trabajar al interior de las instituciones con una visión de género con el propósito de lograr igualdad en el acceso y el desarrollo profesional.

“Creemos que no están dadas las mejores condiciones para el desarrollo de la vida de las mujeres, que las mujeres hacen un gran esfuerzo en alcanzar una meta de formación en carreras de grado pero luego encuentran barreras para poder desarrollarse profesionalmente”, dijo.

“Si en esas instituciones donde las mujeres se insertan y encuentran esas barreras se adoptara un criterio de analizar la institución y toda su normativa con un enfoque de género, eso podría facilitar la inserción y el crecimiento de las mujeres”, concluyó Wolansky.