En Colonia Domingo Mateu, del pueblo de San Bernardo, en la provincia de Chaco, las propias comunidades indígenas se organizaron para fumigar las casas y eliminar a las vinchucas, que trasmiten la enfermedad de Chagas. El gobierno provincial los proveyó con veneno y mochilas para que los pobladores fumiguen, pero no solucionan el problema de fondo: mientras haya “casas rancho”, habrá vinchucas.
Jesús Pedro Mendoza, uno de los organizadores, asegura que la respuesta del gobierno tardó en llegar.
“Desde hace dos años que venimos reclamando por las vinchucas, pero recién ahora el gobierno nos dio los recursos para empezar a fumigar. Y ya no nos alcanza para todo lo que tenemos que hacer. Es una enfermedad muy grave y necesitamos ayuda para movernos, llegar a otras comunidades y conseguir más veneno”.
Ante la falta de respuestas de las autoridades, las comunidades accionaron por su cuenta.
“Algunos de nosotros estamos infectados ya, yo me enteré el año pasado. Entonces ahora la preocupación son los niños, para que lleguen a ser alguien el día de mañana. Capitanich tiene que interesarse por el tema.”, sostiene Mendoza.
“El principal problema es el de la vivienda digna. Sino, no se podrá solucionar nunca el tema de las vinchucas”, puntualiza. Y, por las pocas oportunidades laborales, resulta muy difícil sin un plan del gobierno.
“Queremos trabajo que nos permita construir una casa. La gente se va por unos días a Santiago del Estero, donde los emplean para el despale, juntar raíces y quemar cardones para limpiar los campos, pero pagan una miseria, es una explotación. Después vuelven acá con lo justo y es imposible acceder a una vivienda digna”, explica Mendoza, resumiendo la problemática de miles en la zona.
Actualmente, las fumigaciones están avanzando bien en la colonia 138, pero es sólo un paliativo momentáneo que no resuelve esta grave cuestión.
Fuente: Agencia ANNPI
Jesús Pedro Mendoza, uno de los organizadores, asegura que la respuesta del gobierno tardó en llegar.
“Desde hace dos años que venimos reclamando por las vinchucas, pero recién ahora el gobierno nos dio los recursos para empezar a fumigar. Y ya no nos alcanza para todo lo que tenemos que hacer. Es una enfermedad muy grave y necesitamos ayuda para movernos, llegar a otras comunidades y conseguir más veneno”.
Ante la falta de respuestas de las autoridades, las comunidades accionaron por su cuenta.
“Algunos de nosotros estamos infectados ya, yo me enteré el año pasado. Entonces ahora la preocupación son los niños, para que lleguen a ser alguien el día de mañana. Capitanich tiene que interesarse por el tema.”, sostiene Mendoza.
“El principal problema es el de la vivienda digna. Sino, no se podrá solucionar nunca el tema de las vinchucas”, puntualiza. Y, por las pocas oportunidades laborales, resulta muy difícil sin un plan del gobierno.
“Queremos trabajo que nos permita construir una casa. La gente se va por unos días a Santiago del Estero, donde los emplean para el despale, juntar raíces y quemar cardones para limpiar los campos, pero pagan una miseria, es una explotación. Después vuelven acá con lo justo y es imposible acceder a una vivienda digna”, explica Mendoza, resumiendo la problemática de miles en la zona.
Actualmente, las fumigaciones están avanzando bien en la colonia 138, pero es sólo un paliativo momentáneo que no resuelve esta grave cuestión.
Fuente: Agencia ANNPI