Quienes participan de la revista comunitaria de la escuela “Creer y Ser” de barrio Nuestro Hogar III acaban de recibir una gran noticia: la inspectora de Educación para Adultos de la Provincia de Córdoba incluirá algunos de sus textos y dibujos en un libro que se utilizará en los establecimientos educativos. Así empieza una nueva reunión de trabajo que dará forma a la próxima edición de “Tierra de todos. Donde pisamos, vivimos y volveremos”, la revista que desde 2008 vecinos y alumnos del Centro Educativo Nivel Primario Adultos (CENPA) “Creer y Ser” de barrio Nuestro Hogar III editan bajo la conocida modalidad “aparece cuando sale”.
Dos maestras, más de 20 alumnos y tres integrantes del Centro de Comunicación del Instituto de Culturas Aborígenes (ICA) llevan a cabo esta iniciativa que surgió para presentarse a un concurso y terminó convirtiéndose en un excelente espacio para recuperar y potenciar el universo barrial que atraviesa a quienes viven en el Km. 7 y 1/2 de la ruta provincial 36.
“Desde el Instituto de Culturas Aborígenes nos invitaron a participar de un concurso de la Nación para hacer una revista. Ese primer número respondió a la temática que se proponía en la convocatoria, que era la dictadura, y nos fue bien. El premio debía ser la impresión de varios números pero sólo giraron el monto de la primera. Igualmente, nos apropiamos de la idea porque nos pareció interesante y la continuamos haciendo con el apoyo del Instituto”, dice Gabriela Aguilar, una de las maestras del CENPA.
Tal como señala Rocío Domínguez del ICA, el territorio donde se produce la revista está signado por el rasgo identitario de la pluralidad étnica y cultural, ya que la mayor parte de la población proviene de Bolivia, Perú y Paraguay. La mayoría llegó con los procesos migratorios profundizados en la década del `90 y encontraron su lugar en este anillo periférico del Sur de la ciudad Córdoba. Esta diversidad y convivencia intercultural, una cuestión cotidiana en la vida diaria de la zona y del aula de “Creer y Ser”, queda plasmada también en las páginas de “Tierra de todos”.
Los temas de cada número se eligen colectivamente y cada nueva edición permite compartir saberes, conocer la historia del barrio y las instituciones que trabajan en él, y opinar sobre determinadas temáticas.
“Yo escribo poco, generalmente dibujo. Para la revista conté algunas cosas sobre donde nací, los juegos de la infancia. Además, mandé revistas a mis hermanos que viven en otras provincias y al ver como escribía yo, ellos también decidieron terminar la escuela”, cuenta María Velis, alumna del CENPA.
Con la revista como medio, los vecinos entrevistaron a los miembros del dispensario para conocer sus funciones y sacarse dudas, compartieron sus conocimientos sobre el poder curativo de determinadas plantas y profundizaron sobre un tema que los preocupa como es el derecho a la Salud, derecho que en la zona, debido a la mala calidad del agua y las fumigaciones de los campos cercanos, está bastante cercenado.
El primer número de 2011 saldrá en los próximos meses y hablará sobre problemáticas como el basural de la ciudad ubicado a metros del barrio, las consecuencias de tener plomo en la sangre, la discriminación y la violencia contra las mujeres.
“Está demorado porque son temas para los que nosotras necesitamos un poco más de formación; así podemos ayudarlos a abordar mejor estas cuestiones que los afectan directa e indirectamente”, explica Adriana Arredondo, maestra de la escuela.
Trabajar en conjunto con el ICA les permite imprimir la revista pero siempre están en la búsqueda de financiación más regular para aumentar la tirada y poder compartirla con más vecinos e instituciones de barrios cercanos.
“En Ciudad Obispo Angelleli también hacen una revista y nos hicieron una nota cuando organizamos el Encuentro Intercultural. Sería bueno poder intercambiar lo que cada sector escribe, pero por ahora no podemos porque no se imprimen muchos ejemplares”, reconoce Aguilar.
Tal como señalan las maestras, este medio de comunicación, además de ser una herramienta de aprendizaje importante -ya que la mayor parte de quienes asisten a la escuela lo hacen para aprender a leer y escribir- posibilitó a toda la comunidad educativa encontrar un espacio a través del cual resignificar la escritura y acercar las palabras a otros destinatarios.
“Mediante la revista nos miran, nos aprueban, nos desaprueban, nos comprenden, nos contradicen; pero nos hacen visibles a través de su mirada”, dicen.
“Tierra de Todos” es un lugar de participación que pretende dar a conocer la diversidad de prácticas que posibilitan la convivencia intercultural y permiten a todo un barrio, recuperar la palabra para empezar a construirse y generar discursos que hablen de ellos, ya no como los otros.
Fuente: Revista Matices
