Docentes de la Universidad Nacional del Comahue (UNCOMA) impulsan la alfabetización digital de las personas adultas mayores como una vía de inserción social y para promover los vínculos que se generan en el uso de las tecnologías. La propuesta fue desarrollada en el marco del XIV Congreso de Educación a Distancia que se realizó hace unos días en la ciudad de Trelew, provincia de Chubut.
“Me dedico a las personas que están fuera, que son excluidos. Personas que quieren entrar al sistema pero tienen miedo de arriesgarse a trabajar con las nuevas tecnologías. Me dedico a los adultos mayores. Esto empezó como un proyecto dentro de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Comahue y luego me dediqué de modo privado. Hoy lo estoy implementando dentro del Centro de Formación Docente como un proyecto de Extensión”, explicó la docente Mariángeles Dallavia.
La profesora analizó los cambios que se desarrollaron en el tiempo respecto al concepto de alfabetización y como la necesidad de solamente saber leer y escribir se fue complejizando debido a la cada vez más influyente inserción de la tecnología en la vida cotidiana.
Dallavia explicó que lo que pasa con la alfabetización de los adultos mayores implica varias cuestiones que involucra un concepto nuevo, por lo que es necesario redefinir el concepto de alfabetización. “De entrada era más sencillo, había que saber leer y escribir, al menos durante 5 o 6 siglos era la condición para ser alfabetizado, luego avanzamos hacia otras alfabetizaciones como la visual”, dijo según un informe publicado por el Diario de Madryn.
En ese sentido recordó que “Da Vinci revolucionó la cuestión visual con la perspectiva, dinámica, equilibrio, diferentes cosas para una imagen, saber dibujar, fotografiar. Después sumamos la alfabetización audiovisual que implica el sistema de la imagen en movimiento. Estamos hablando de plano, paneo, travelling, punto de vistas y movimientos de cámara. Como si fuera poco empezamos a hablar de alfabetización informacional que es cómo organizar los datos, buscar información. Y de golpe la alfabetización digital que se desarma en un montón de opciones, medial, multimedia, hipermedia, programática. Un montón de cosas que es difícil para una persona cuando recuerda que en su infancia solo existía escuchar música en un tocadiscos, por ejemplo”.
La docente se preguntó cómo se puede sentir una persona “que le hablan de la playstation, de el blog, que le dicen ¿abuela entraste a mi Facebook? Queda totalmente excluida, no solamente de usar esas tecnologías, sino que a veces también de alguna relación familiar. La tecnología en este momento para esas personas significa sumarse a las actividades de los nietos y de los sobrinos”.
Los adultos mayores suelen ser más reticentes a utilizar la computadora y todo lo que se desprende de ella, por eso se hace necesario redefinir la alfabetización para aquel que nunca se acercó a una computadora, porque “no podemos exigirle que maneje todo”, sostuvo la profesora.
Respecto a la estrategia utilizada por Dallavia en la enseñanza de la alfabetización digital hacia los mayores, planteó que la alfabetización se construye a nivel social, de modo dialéctico.
“Yo opté por recortar la noción de la alfabetización digital en el marco de los adultos mayores y basarnos pura y exclusivamente en la utilización de herramientas de comunicación. Porque lo que le interesa al adulto mayor es poder comunicarse a través de las nuevas tecnologías, y no tanto postear un video en You Tube o ver cuántos lo visitan. Sino con ver que sus familiares lo vean, les alcanza y les sobra”.
Señaló que en este camino “me encontré con que el concepto de alfabetización digital se vuelve extremadamente complejo, que los alumnos requerían de cuatro tipos de aprendizaje: motor, espacial, visual e intrapersonal”.
Dallavia explicó que sus alumnos “necesitaban primero la alfabetización motora, cómo agarrar el mouse porque lo hacen como si fuera un teléfono y es imposible girarlo y hacer los clicks, es todo un aprendizaje motor”.
Respecto a lo espacial, señaló que “se les hace muy difícil poder distinguir donde empieza y donde termina la interface, no entienden cómo en un mismo espacio como el escritorio pueden haber distintas cosas y descargar archivos”.
“A nivel visual, por ejemplo, no pueden distinguir cuando se minimiza la ventana, piensan que desapareció y es todo un caos. La cuestión intra-personal es cómo se siente el adulto cuando va a trabajar con la computadora, primero es muy temeroso de que se les rompa”, finalizó Dallavia.