27.10.10

PROYECTO PARA DISEÑAR MUEBLES ESCOLARES ERGONÓMICOS Y SALUDABLES

Investigadores de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) desarrollan un proyecto que analiza las condiciones ergonómicas de diseño del equipamiento de las aulas escolares, para obtener modelos de muebles que permitan una postura saludable y un mejor rendimiento escolar. El trabajo cuenta entre sus objetivos evitar defectos posturales como cifosis de las curvaturas de la columna en niños en edad de desarrollo y crecimiento óseo, y concientizar y capacitar a padres, docentes, alumnos, fabricantes de muebles y organismos gubernamentales.

El proyecto de la UNCuyo llamado “Especificaciones para el diseño de equipamiento escolar saludable. Ergonomía preventiva”, analiza la aplicación de nuevos cánones ergonómicos y biomecánicos que permitan confrontar posturas de trabajo y rendimiento escolar. En forma paralela, desde la dirección de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Artes y Diseño se trabaja en el diseño de modelos funcionales que buscan superar los defectos del mobiliario ordinario y que serán confeccionados en madera industrializada con posibilidad de regulación en altura y profundidad para adaptarse a los tamaños corporales de los usuarios.

El mobiliario escolar constituye una de las causas de lesiones en niños y adolescentes, si se tiene en cuenta la altísima incidencia de patologías de columna detectadas en edades muy tempranas, producto de posturas patógenas mantenidas por largas horas.

“La finalidad de este estudio es contrastar las posturas actuales que induce el equipamiento utilizado con la postura ‘ergonómicamente correcta’, que implica un aumento del ángulo entre tronco y muslo mayor de 90º (silla), y elevación e inclinación anterior del plano de trabajo (pupitre)”, explica a InfoUniversidades Roxana Del Rosso, directora del programa.

“La toma de conciencia por parte de la sociedad acerca de la importancia de una postura saludable, debe acompañarse de un programa de capacitación en materia de ergonomía para docentes, alumnos y padres”, agrega.

Muebles defectuosos, espaldas torcidas

De Rosso advierte que ninguna postura es buena si se mantiene en el tiempo, por lo que el mobiliario escolar debe permitir cambios posturales y la actividad debe estar programada de forma tal que los usuarios se pongan de pie y caminen cada cierto tiempo.

“Un diseño ergonómico es aquel que ha sido concebido a partir de las necesidades, capacidades y limitaciones del usuario, con las técnicas y tecnologías disponibles, y que prevé en su implementación la formación y capacitación del usuario para ser introducido en el contexto de uso”.

“Una postura sedente o sentada, considerada biomecánicamente correcta, es aquella que mantiene las curvaturas naturales de la columna y permite movilidad al cuerpo. No debe perturbar al sistema respiratorio, ni circulatorio, y no debe producir malestar ni incomodidad”, explica la investigadora.

El mobiliario escolar constituye el primer componente a la hora de posicionar al estudiante en la situación de aprendizaje en el aula. En el esquema educativo nacional, los niños pasan cinco horas en el colegio, en postura estática, durante cinco días a la semana, por nueve meses cada año. Si el estudiante completase sus estudios universitarios, suman un total aproximado de 18.000 horas sentado a lo largo de 20 años.

“El mobiliario utilizado en la actualidad en las aulas dista bastante de cumplir con las normativas en materia de ergonomía”, señala Del Rosso y agrega que “los niños adoptan posturas inconvenientes, ya que no sólo no se conciben en función de la postura corporal que facilite el trabajo mental, sino que se hallan con desajustes dimensionales. Esto provoca que no apoyen los pies en el piso, que no apoyen la espalda en el respaldo, que deban tener los brazos en abducción por tener los pupitres altos y que no tengan lugar para las piernas debajo de la mesa, entre otros desajustes”.

El diseño ergonómico de mobiliario escolar tiende a evitar defectos posturales como cifosis de las curvaturas de la columna, dolores de cuello y espalda durante las horas de escuela, y podría favorecer el desarrollo de espaldas sanas en la población.

“El disconfort postural aumenta sus manifestaciones entre los 9 y 11 años, edad en la que el desarrollo y crecimiento óseo es significativo”, según explican los investigadores. Es por ello que la población de estudio del proyecto son niños y adolescentes de 6 a 15 años.

Las características de un mobiliario saludable, en palabras de la especialista son: “El asiento es el primer determinante postural. En el caso de la actividad escolar, debe permitir una postura sedente en versión pélvica. Esta postura se caracteriza por tener un ángulo ‘ideal’ de apertura entre pelvis y muslos, mayor de 90º (entre 120º y 135°), apertura que permite tener el cuerpo en escucha activa mejorando la sensibilidad profunda y la creatividad, el intercambio intelectual y relacional”.

“El plano del pupitre debe ubicarse en un ángulo entre 10º y 15° respecto de la horizontal. Esta disposición permite mantener el equilibrio de la articulación de cuello y asegurar el apoyo correcto de codos y antebrazos, evita la cifosis lumbar y la actitud escoliótica, mantiene la apertura del tórax y activa las facultades de atención”.

“Un asiento saludable debe permitir posicionar el cuerpo de la persona para realizar actividades en posturas cómodas, seguras y funcionales. Además de permitir la movilidad de la persona para favorecer el acceso y la salida del puesto de trabajo, también debe hacer posible el cambio de posturas a lo largo de la jornada de actividad. En cuanto al peso y dimensiones, deben ser adecuadas al tamaño corporal y capacidades del usuario”.

Una propuesta de diseño más saludable

Con los avances en los estudios se busca poner a disposición de los fabricantes y gestores de compras información técnica ergonómica sobre mobiliario escolar, y capacitar en temática postural y ergonomía en la escuela a docentes, alumnos y padres. Los conocimientos obtenidos de la ejecución del proyecto podrían aportar beneficios directos a los estudiantes, docentes, fabricantes de mobiliario escolar, y a los organismos gubernamentales responsables de la adquisición de equipamiento escolar.