1.10.10

SALUD: DOCE MILLONES DE PERSONAS FUMIGADAS

En Argentina, los cultivos transgénicos sujetos a fumigación sistemática cubren 22 millones de hectáreas. En sus alrededores viven 12 millones de personas que, por su ubicación, están expuestas a agrotóxicos sobre sus casas, escuelas, parques, fuentes de agua, predios deportivos y lugares de trabajo. En estas poblaciones se observó un incremento alarmante de cánceres, malformaciones congénitas y trastornos reproductivos.

Para dar a conocer esta realidad, se realizó recientemente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) el Primer Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados, organizado por la Facultad de Ciencias Médicas. El resultado de esta reunión es un documento que da cuenta de la situación sanitaria de los pueblos cercanos a plantaciones de cultivos transgénicos.

Desde hace casi 10 años, los pobladores de las zonas rurales y periurbanas donde se desarrollan actividades agropecuarias basadas en el actual modelo de producción agroindustrial, vienen reclamando ante las autoridades políticas, ante la justicia y ante la opinión pública. Sienten que la salud de sus comunidades está siendo afectada ambientalmente, principalmente por las fumigaciones con agroquímicos, pero también por la manipulación y depósito de estos químicos en zonas pobladas, el deshecho de envases y el acopio de granos impregnados de químicos dentro de los pueblos, detalla un resumen del documento publicado por la revista digital Hoy la Universidad.

San Jorge en Santa Fe, San Nicolás en Buenos Aires, barrio Ituzaingó en Córdoba, La Leonesa en el Chaco, son sólo algunos de los lugares donde han aumentado los casos de cáncer, de malformaciones congénitas, de trastornos endocrinos y reproductivos como consecuencia de las fumigaciones sistemáticas con agrotóxicos.

Las exposiciones y relatos de los participantes en el Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados fueron coincidentes respecto a la observación clínica de una gama de enfermedades y afecciones de la salud en la población sujeta a fumigaciones.

Si bien las manifestaciones de intoxicación aguda son la demanda cotidiana de estos pacientes, lo que más alarma a los médicos de los pueblos fumigados son dos tipos de eventos. En primer lugar, una mayor cantidad de recién nacidos que presentan malformaciones congénitas, así como un mayor número de abortos espontáneos en comparación a los que se producían habitualmente en las. En segundo lugar, una mayor detección de cánceres en niños y adultos, y enfermedades severas como púrpuras, hepatopatías tóxicas y trastornos neurológicos.

Médicos en alerta

Los doctores destacaron que en general atienden desde hace más de 25 años a las mismas poblaciones, pero lo que detectan en los últimos años es absolutamente inusual y lo vinculan directamente a las fumigaciones sistemáticas con plaguicidas.

Por ejemplo, Rodolfo Páramo, médico pediatra y neonatólogo del hospital público en la ciudad del norte santafesino de Malabrigo, resaltó la alarma que le produjo encontrar 12 casos de neonatos con malformaciones sobre 200 nacimientos anuales en 2006. Situación contemporánea con los cuatro casos de niños muertos a causa de malformaciones congénitas, nacidos en el pequeño pueblo de Rosario del Tala en Entre Ríos, ambas zonas caracterizadas por masiva fumigación con agrotóxicos.

Por su parte, Horacio Lucero, jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste, viene registrando y estudiando desde hace más de una década una serie de casos de malformaciones congénitas en fetos cuyas madres presentan antecedentes directos de exposición con plaguicidas.

En la misma línea, Gladys Trombotto, genetista del Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología de la Universidad Nacional de Córdoba, presentó los resultados de sus estudios epidemiológicos sobre más de 111 mil nacidos vivos en ese nosocomio y destacó que los bebés nacidos con malformaciones congénitas severas aumentaron entre dos y tres veces entre 1971 y 2003. El incremento es estadísticamente significativo: un primer informe hasta 1991, presentaba una incidencia de malformaciones congénitas de 16.2 por ‰ nacidos vivos, tasa que en 2003 llegó a 37.1‰.

Trombotto realizó un exhaustivo análisis de todos los factores de riesgo reconocidos para malformaciones congénitas, que estuvieran relacionados con antecedentes biológicos, médicos y de estilos de vida de las madres y descartó absolutamente todos ellos por falta de consistencia estadística.

El registro europeo de malformaciones congénitas, EUROCAT6, refiere una prevalencia de malformaciones de 23.3‰. El estudio latinoamericano ECLAMC7 refiere 26.6‰. La Maternidad de la Universidad de Córdoba registró 37.1‰ y una tendencia en aumento.

La autora destaca el vínculo con agrotóxicos como factor de riesgo y señala que el incremento de la prevalencia de malformaciones aumenta con la intensidad de las fumigaciones.