29.6.11

INTERNOS DE UNA ALCALDIA DE RÍO GALLEGOS REALIZAN UN TALLER DE BRAILLE

Internos de la Alcaldía Zona Sur de Río Gallego, en la provincia de Santa Cruz, participan de un taller de Braille con el objetivo de capacitarse para elaborar materiales específicos, textos y folletos destinados a las personas que sufren de ceguera. La actividad se desarrolla en el marco del Programa Colegios Abiertos (CABI) implementados para la modalidad en contextos de encierro.

El taller es optativo y abierto por lo que los internos participantes no están obligados hacerlo ni siquiera judicialmente.

“Vienen por propia voluntad. Al principio por curiosidad pero, medida que avanzan en el conocimiento y práctica del Braille, se entusiasman. Aprenden rápidamente y con alegría” afirma Ximena Contreras, una joven de 26 años a cargo de la actividad educativa.

Contreras, quien es oriunda de Río Gallegos, es licenciada en Deficiencias Visuales, titulo obtenido en Catamarca, explica un informe de El Periódico Austral.

La joven contó que se recibió hace cuatro años en Catamarca y trabajó en la cárcel provincial. “Allí estuve un poco más de 3 años. Fue mi aprendizaje que reafirmó mi vocación de trabajar con personas en situación de encierro”.

El grupo de personas procesadas en la Alcaidía trabaja en el conocimiento y práctica del lenguaje escrito para quienes tienen ceguera total o casi completa. El objetivo de esta modalidad es el de generar un dispositivo hábil y útil para la elaboración de materiales específicos, textos, folletos y demás elementos para la campaña de prevención en adicciones, como también tiene previsto la escritura de libros, en un principio, de cuentos infantiles.

El Braille es un sistema binario de lectura y escritura táctil para personas ciegas que en la actualidad utiliza celdas de 6 puntos en relieve, organizados como una matriz de 3 filas por 2 columnas, que se numeran de arriba a abajo y de izquierda a derecha.

El taller de Braille está compuesto por “alumnos de diferentes edades, prevaleciendo los jóvenes. Por cuestiones institucionales están separados los hombres de las mujeres. Yo estoy trabajando con varones”, explicó Contreras.

“Al inicio, les di los contenidos, es decir para qué hacemos lo que hacemos, cómo lo hacemos y luego entrego los elementos, como ser la pizarra, el punzón y las hojas para trabajar”, agregó.

Contreras comentó que algunos alumnos “sienten, porque así lo expresaron en el taller, que este trabajo con pizarras, cajetines (compartimento en que está dividida la plantilla y que aloja un carácter), destinado a no videntes, funciona como una igualación, pues los ciegos, de alguna manera, están segregados socialmente y ellos también, aunque por distintas razones. Además lo viven como reparación al daño causado con su conducta”.

“Es importante recalcar que este esfuerzo que hacemos desde el lugar de Colegios Abiertos lo podemos hacer por el apoyo y asistencia del personal de la Alcaidía que posibilitan que el taller rinda sus frutos”, agregó.

El CABI es implementado por el Consejo Provincial de Educación a través del área de Infancia y Juventud, la Dirección General de Adultos y la Coordinación Provincial de la educación en contextos de encierro.