8.9.10

SE CELEBRA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA ALFABETIZACIÓN

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su entidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) resolvieron en 1967 celebrar todos los 8 de septiembre el Día Internacional de la Alfabetización. Más allá de los progresos realizados, en el mundo todavía quedan en el mundo más de 776 millones de adultos analfabetos. “El analfabetismo afecta incluso a los países industrializados, donde algunos sectores iletrados de la población tropiezan con grandes dificultades en su vida diaria”.

Más allá de todos los datos estadísticos que se pueden suministrar y los análisis sobre cuáles son los motivos por los que cuando el mundo ya entró en el tercer milenio aun quedan semejante cantidad de analfabetos, bien vale tratar de comprender el significado de la alfabetización mediante quienes lo consiguieron.

A continuación se reproduce una serie de testimonios de personas que se alfabetizaron a través del método cubano “Yo sí puedo”, en distintas zonas de Buenos Aires:

“Yo no sabía hacer ni una raya, nunca había ido a la escuela. Hoy le escribí una carta a mi mamá. Ahora que he aprendido a leer y escribir me siento realmente gente, antes no…no me sentía gente”. Héctor (52 años), Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires.

“No saber leer y escribir es como tener una discapacidad, es como no tener visión, es como estar ciego. Tengo una hija de seis años que comenzó la escuela y quiero ayudarla en las tareas…ésa es mi angustia”. Marta (34 años), Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires.

“Yo no conseguía trabajo porque no sabía nada, ahora sí porque ya sé leer y escribir. A los que no saben leer ni escribir, les diría que vengan a aprender, porque es fácil y lindo… sino, hasta los voy a buscar!”. Pablo (21 años), Villa Oculta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“A mi nieta, cuando me pedía que le ayude con las tareas de la escuela, le mentía que no veía porque me daba vergüenza confesar que no sabía leer y escribir. Ahora ella vino a acompañarme al acto y está muy contenta” (la nieta orgullosa, la llevaba del brazo). A quienes no saben leer ni escribir, les aconsejaría que aunque sean grandes como yo, no se lo pierdan porque esto da mucha alegría”. Evarista (67 años), Villa Oculta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“¿Y ya se termina el curso?... no quisiera que termine. Esto me entristece mucho, porque me encariñé con Griselda, con Angela, Bienvenido… ¡muchas gracias!”. Marta (20 años),  Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.

“Quiero agradecerles a todos por lo importante que fueron para mí. A veces yo venía bajoneada, mal, y acá ustedes me hacían sentir bien, me ayudaban. Ahora voy a extrañar eso y también me dá pena que termine, que ya no los veré seguido…los voy a extrañar”. María Inés (55 años), Villa Fiorito, provincia de Buenos Aires.

“Quiero agradecerles a los maestros por la paciencia que nos han tenido. Agradecerle a ustedes de UMMEP y al pueblo cubano por lo que están haciendo, para que la gente, los jóvenes, que por lo menos aprendan algo y puedan conseguir trabajo”. Alejandro (23 años), Villa Fiorito, provincia de Buenos Aires.

“¡Ahora sí, que no me joden más!”. Juan (45 años), Alejandro Korn, provincia de Buenos Aires.

“¡Estoy tan contenta!. Anduve un poco mal de salud, pero fíjese que ahora estoy tan feliz, que hasta me siento mejor,  no tengo molestias.”

“¡No veo las horas de aprender! Quiero ayudarle a mi hija en las tareas de la escuela, recuerdo cuando a fin de año en la escuela, la maestra nos pidió a las madres que escribiéramos un mensaje para nuestros hijos. Cuando me llegó el turno, no pude escribirle nada…sentí mucha vergüenza y dolor por no saber nada, no poderle escribir cuánto la quiero”. Gladys (34 años), Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.

“Quiero aprender para enseñar a mis nietos, porque nunca fui al colegio”. Mirta (57años), Boulogne, provincia de Buenos Aires.

“Fui hasta 4º grado y quiero prepararme para ayudar a mi hijo para cuando comience el colegio”. Cintia (26 años), Boulogne, provincia de Buenos Aires.

“Quiero aprender para acompañar y colaborar con mi hijo que ya va a 6º grado”. Sandra (36 años), Boulogne, provincia de Buenos Aires.

“Falta poco, cuando termine, por fin voy a poder  escribirle a mi nieto lo mucho que lo quiero”. María (53 años), Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.

Cada testimonio que se incorpore significará que otra persona aprendió a leer y escribir. Sería importante que todos asumamos un compromiso para que en el próximo 8 de septiembre sean miles, millones, las personas capaces de dar el suyo.