El maestro wichí Osvaldo Segovia, de El Potrillo, localidad de Formosa ubicado a más de 700 kilómetros al oeste de la capital provincial, dijo que haber sido uno de los distinguidos como Maestro Ilustre 2010 "no es saldar una deuda pendiente con el pasado sino que representa una apuesta del presente por un país pluriétnico e intercultural".
Segovia, quien ejerce la docencia como profesor de Lengua, Cultura y Literatura Aborigen en el primer ciclo del secundario, y también es profesor de Lengua Indígena en el Instituto de Formación Docente, recibió el reconocimiento en el marco del acto del Día del Maestro realizado en el Ministerio de Educación de la Nación que presidió el titular de esa cartera, Alberto Sileoni.
Junto a Segovia, también fueron premiados Rodolfo Abelardo Cruz (Tierra del Fuego), Leila del Carmen Farias (Santiago del Estero), Jorge Suárez (Santa Cruz), Bernardita del Carmen Pérez (San Juan), Francisca Montenegro (Salta), Miriam Pelacsini (Río Negro), Liliana Etchecopar (Neuquén), Ana Esther Chesani (Misiones), Eduardo Alberto Martínez (Mendoza), Edgardo Roberto Carranza (Tucumán), Alfredo Rubén Fantini (La Pampa), José Manuel Borja (Jujuy), Mirta Graciela Godoy (Entre Ríos), María Alejandra Acevedo (Corrientes), María Isabel Pioletti (Córdoba), Marta Alicia Giménez (Chubut), Alejandro Barnes (Chaco), Jorge Walter Figueroa (Catamarca), Marta Teresita de Hermida Gallardo (Ciudad de Buenos Aires), Judit María Miranda (La Rioja) y María del Carmen Armayones (Buenos Aires).
Segovia es un Maestro Especial en la Modalidad Aborigen (MEMA) que hace 20 años facilita la integración de cientos de wichí que viven en los alrededores del departamento de Ramón Lista.
"Este premio significa más que una deuda impaga con el pasado, una reconciliación del Estado con los pueblos originarios y el reconocimiento de un pueblo que se reconoce pluriétnico e intercultural", declaró a la agencia de noticias Telam.
El docente destacó que "me siento un poco parte de los grandes esfuerzos y sacrificios de los maestros rurales que trabajan en alejados parajes y superando barreras".
Sostuvo que "esta mención del Ministerio de Educación es algo que tiene que ver con la pacificación pero en busca de la inclusión, un derecho del presente para mi pueblo".
Segovia, con 36 años, trabaja desde hace dos décadas frente a las aulas creando los puentes necesarios para que los adolescentes y jóvenes de esa comunidad wichí "puedan expresar lo que sienten y transmitir lo que piensan" desde su lengua materna y desde sus conocimientos y saberes previos.
"Mi tarea es enseñar las cuatro habilidades básicas del aprendizaje: hablar, escuchar, leer y escribir pero el desafío es muy grande cuando buscamos la inclusión de todos en ese proceso", explicó el maestro.
Aclaró que su trabajo no consiste en "traducir de una lengua a otra para ahorrar que los chicos se esfuercen por entender. No, al contrario, sólo intervengo cuando hay una emergencia".
Para el docente bilingüe, la manera de explicar su trabajo pasa por hacer que el niño, el joven, se anime a preguntar, a investigar a indagar en su lengua materna, y cuando eso ocurre los chicos logran demostrar todo lo que saben.
"Tienen un conocimiento muy grande. Vienen a la escuela sabiendo muchas cosas de la vida práctica.
Mi tarea es acercar los términos científicos, y facilitar el manejo de su lengua materna y de la lengua oficial, la de la cultura hegemónica", explicó.
La escuela donde trabaja Segovia tiene 600 alumnos y 36 maestros, de los cuales 29 son criollos y 7 bilingües, que son los "Memas" que enseñan la lengua materna, ciencias naturales y sociales.
"Los memas trabajamos en la alfabetización de las lenguas y nos abocamos especialmente a lograr la comunicación de la lengua materna escrita", sostuvo.
En tanto, añadió, los maestros criollos trabajan la oralidad en la lengua castellana para que los chicos puedan comunicarse en su segunda lengua, la oficial.
Para explicar la lengua wichí, a la que caracterizó de aglutinante, como muchas otras lenguas de pueblos originarios, Segovia mencionó en lengua oficial la palabra "escoba" que en una traslación sería "algo útil para barrer".
También dio el ejemplo del término "interculturalidad" y explicó que para llegar a ese concepto les pregunta a sus alumnos: "¿Qué pasa cuando encuentro una cultura distinta?".
"Ellos me contestan: ‘el otro es diferente’; ‘no nos entendemos’ y yo avanzo: ¿qué podemos hacer? Y enseguida surge de ellos el respeto, la paciencia, la tolerancia; y al final les digo: ¿ven? eso es interculturalidad.
Los memas, según Segovia, son reconocidos por su formación como maestros y por su representatividad, como referentes de una comunidad que en esa zona formoseña alcanza los 10.000 wichí.
Segovia, quien ejerce la docencia como profesor de Lengua, Cultura y Literatura Aborigen en el primer ciclo del secundario, y también es profesor de Lengua Indígena en el Instituto de Formación Docente, recibió el reconocimiento en el marco del acto del Día del Maestro realizado en el Ministerio de Educación de la Nación que presidió el titular de esa cartera, Alberto Sileoni.
Junto a Segovia, también fueron premiados Rodolfo Abelardo Cruz (Tierra del Fuego), Leila del Carmen Farias (Santiago del Estero), Jorge Suárez (Santa Cruz), Bernardita del Carmen Pérez (San Juan), Francisca Montenegro (Salta), Miriam Pelacsini (Río Negro), Liliana Etchecopar (Neuquén), Ana Esther Chesani (Misiones), Eduardo Alberto Martínez (Mendoza), Edgardo Roberto Carranza (Tucumán), Alfredo Rubén Fantini (La Pampa), José Manuel Borja (Jujuy), Mirta Graciela Godoy (Entre Ríos), María Alejandra Acevedo (Corrientes), María Isabel Pioletti (Córdoba), Marta Alicia Giménez (Chubut), Alejandro Barnes (Chaco), Jorge Walter Figueroa (Catamarca), Marta Teresita de Hermida Gallardo (Ciudad de Buenos Aires), Judit María Miranda (La Rioja) y María del Carmen Armayones (Buenos Aires).
Segovia es un Maestro Especial en la Modalidad Aborigen (MEMA) que hace 20 años facilita la integración de cientos de wichí que viven en los alrededores del departamento de Ramón Lista.
"Este premio significa más que una deuda impaga con el pasado, una reconciliación del Estado con los pueblos originarios y el reconocimiento de un pueblo que se reconoce pluriétnico e intercultural", declaró a la agencia de noticias Telam.
El docente destacó que "me siento un poco parte de los grandes esfuerzos y sacrificios de los maestros rurales que trabajan en alejados parajes y superando barreras".
Sostuvo que "esta mención del Ministerio de Educación es algo que tiene que ver con la pacificación pero en busca de la inclusión, un derecho del presente para mi pueblo".
Segovia, con 36 años, trabaja desde hace dos décadas frente a las aulas creando los puentes necesarios para que los adolescentes y jóvenes de esa comunidad wichí "puedan expresar lo que sienten y transmitir lo que piensan" desde su lengua materna y desde sus conocimientos y saberes previos.
"Mi tarea es enseñar las cuatro habilidades básicas del aprendizaje: hablar, escuchar, leer y escribir pero el desafío es muy grande cuando buscamos la inclusión de todos en ese proceso", explicó el maestro.
Aclaró que su trabajo no consiste en "traducir de una lengua a otra para ahorrar que los chicos se esfuercen por entender. No, al contrario, sólo intervengo cuando hay una emergencia".
Para el docente bilingüe, la manera de explicar su trabajo pasa por hacer que el niño, el joven, se anime a preguntar, a investigar a indagar en su lengua materna, y cuando eso ocurre los chicos logran demostrar todo lo que saben.
"Tienen un conocimiento muy grande. Vienen a la escuela sabiendo muchas cosas de la vida práctica.
Mi tarea es acercar los términos científicos, y facilitar el manejo de su lengua materna y de la lengua oficial, la de la cultura hegemónica", explicó.
La escuela donde trabaja Segovia tiene 600 alumnos y 36 maestros, de los cuales 29 son criollos y 7 bilingües, que son los "Memas" que enseñan la lengua materna, ciencias naturales y sociales.
"Los memas trabajamos en la alfabetización de las lenguas y nos abocamos especialmente a lograr la comunicación de la lengua materna escrita", sostuvo.
En tanto, añadió, los maestros criollos trabajan la oralidad en la lengua castellana para que los chicos puedan comunicarse en su segunda lengua, la oficial.
Para explicar la lengua wichí, a la que caracterizó de aglutinante, como muchas otras lenguas de pueblos originarios, Segovia mencionó en lengua oficial la palabra "escoba" que en una traslación sería "algo útil para barrer".
También dio el ejemplo del término "interculturalidad" y explicó que para llegar a ese concepto les pregunta a sus alumnos: "¿Qué pasa cuando encuentro una cultura distinta?".
"Ellos me contestan: ‘el otro es diferente’; ‘no nos entendemos’ y yo avanzo: ¿qué podemos hacer? Y enseguida surge de ellos el respeto, la paciencia, la tolerancia; y al final les digo: ¿ven? eso es interculturalidad.
Los memas, según Segovia, son reconocidos por su formación como maestros y por su representatividad, como referentes de una comunidad que en esa zona formoseña alcanza los 10.000 wichí.