El Instituto Nacional de Tecnología Industrial instaló dispositivos para el abatimiento de arsénico en el agua de 25 escuelas rurales del Impenetrable, en la provincia de Chaco. Los dispositivos desarrollados por el Centro INTI-Química funcionan sin necesidad de energía eléctrica. La alta concentración de arsénico puede provocar graves trastornos en la salud de las personas.
El trabajo comenzó a gestionarse cuando padrinos de dos escuelas rurales de la zona del Impenetrable solicitaron asistencia al INTI, acercando muestras de agua de pozo extraídas de dichas escuelas, cuyos análisis determinaron un alto contenido de arsénico.
La concentración de arsénico en el agua puede provocar enfermedades crónicas tales como el HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico), que comprende lesiones cutáneas, hinchazón de los brazos y piernas y pérdida de sensibilidad, lo cual puede derivar en patologías cancerígenas, informó el INTI.
De cara a esta necesidad, el INTI comenzó en el pasado mes de abril con la instalación de los dispositivos en dos escuelas para potabilizar el agua obtenida de las napas subterráneas.
La iniciativa se terminó de completar durante el último mes, cuando especialistas del Centro de Química y de Diseño Industrial montaron el sistema en 23 escuelas más y supervisaron las dos primeras para verificar su óptimo funcionamiento.
El dispositivo fue desarrollado para resolver el problema de manera sencilla y sin necesidad de energía eléctrica, ya que en muchos casos en las zonas rurales del nordeste la electricidad se genera a partir de paneles solares para consumo reducido.
Para su correcto uso, los docentes de las escuelas rurales participaron en talleres donde los capacitaron sobre funcionamiento del dispositivo y su montaje, para que pueda ser instalado en los lugares a donde los técnicos del INTI no pudieron llegar, resolviendo de esta manera una problemática de alto impacto en la región.
El trabajo comenzó a gestionarse cuando padrinos de dos escuelas rurales de la zona del Impenetrable solicitaron asistencia al INTI, acercando muestras de agua de pozo extraídas de dichas escuelas, cuyos análisis determinaron un alto contenido de arsénico.
La concentración de arsénico en el agua puede provocar enfermedades crónicas tales como el HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico), que comprende lesiones cutáneas, hinchazón de los brazos y piernas y pérdida de sensibilidad, lo cual puede derivar en patologías cancerígenas, informó el INTI.
De cara a esta necesidad, el INTI comenzó en el pasado mes de abril con la instalación de los dispositivos en dos escuelas para potabilizar el agua obtenida de las napas subterráneas.
La iniciativa se terminó de completar durante el último mes, cuando especialistas del Centro de Química y de Diseño Industrial montaron el sistema en 23 escuelas más y supervisaron las dos primeras para verificar su óptimo funcionamiento.
El dispositivo fue desarrollado para resolver el problema de manera sencilla y sin necesidad de energía eléctrica, ya que en muchos casos en las zonas rurales del nordeste la electricidad se genera a partir de paneles solares para consumo reducido.
Para su correcto uso, los docentes de las escuelas rurales participaron en talleres donde los capacitaron sobre funcionamiento del dispositivo y su montaje, para que pueda ser instalado en los lugares a donde los técnicos del INTI no pudieron llegar, resolviendo de esta manera una problemática de alto impacto en la región.